lunes, 23 de enero de 2017

MENSAJE DE DON CARLOS JAVIER DE BORBÓN PARMA



 

Queridos carlistas:

            De nuevo quiero dirigirme a vosotros. Para deciros que comprendo y comparto vuestras preocupaciones por los graves problemas sociales y políticos que exigen cambios profundos. Siempre es difícil enfrentarse a estos cambios necesarios, y más aun afrontarlos y conducirlos con decisión. Sin embargo tenemos el deber de realizarlos.

            Quiero haceros partícipes de algunas de mis propuestas acerca de estos problemas. Al “bien común”, vieja aspiración carlista, hay que darle un contenido actual, buscando soluciones en todos los ámbitos: desde el local al universal. Ya hablé de la sostenibilidad con ocasión de la presentación en las Españas de nuestro heredero Carlos Enrique.

            Una opinión bastante difundida, incluso en las élites mundiales,  niega la realidad del cambio climático, como si esta amenaza fuera una obsesión maligna de una pequeña minoría. Os aseguro que el clima está cambiando por culpa nuestra, y vosotros mismos en vuestro día a día lo podéis comprobar, por la situación geográfica tan vulnerable de la Península Ibérica. Lo vemos todos y los científicos nos lo confirman.

            Esto quiere decir que tenemos que asumir una responsabilidad de cara a nuestro planeta, nuestra “casa común” y de las generaciones futuras. Una responsabilidad que hay que ejercer a nivel individual, pero también desde las instancias locales, estatales e internacionales,  en buena tradición carlista. Hay que vivir racionalmente, usando una fuente de energía limpia, moderando el uso de recursos naturales, como el agua, luchando contra los abusos y la malversación de unos bienes que son limitados.

            Sabemos que no es justo que unos pocos contaminen, aprovechando nuestra propia desidia y que todos los demás tengamos que sufrir las consecuencias. No es justo que sean los más pobres los que ya están sufriendo los terribles efectos del desprecio a la naturaleza de los más ricos.

            Pienso que si bien no puede haber gobierno efectivo sin instituciones sólidas, tampoco puede haber democracia de verdad sin la participación inteligente, activa y crítica de los ciudadanos. Si no se da una reacción que parta de la base de la sociedad, de una mayoría de ciudadanos,  que sea eficiente en las más altas esferas políticas, nos enfrentaremos a guerras terribles.

            Nosotros, los carlistas, valiéndonos de nuestras tradiciones seculares debemos de seguir en la lucha, pero debe de ser una lucha pacífica, para salvar nuestra naturaleza, la paz y la justicia, frente a los peligros que se avecinan por el control político, por algunos países, de los recursos naturales.

            Esta es mi propuesta al empezar el año nuevo. Os deseo de todo corazón la mayor felicidad posible, en mi nombre y en el de toda mi familia, que está como  siempre a vuestro lado.

            Con el recuerdo y el cariño que sentimos por nuestro Padre, Carlos Hugo, por Don Javier, mi abuelo nuestro “viejo rey”, por Don Alfonso Carlos y todos los miembros de la dinastía carlista en cuyo homenaje hemos celebrado el pasado seis de enero, día de los Reyes, la festividad de la monarquía tradicional instituida por Carlos VII.

            Os envío un fuerte abrazo a todos y cada uno de vosotros.




Europa, Enero de 2017

 

jueves, 12 de enero de 2017

COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN 16 DE ARIL CON MOTIVO DE LA PROPUESTA DEL PP DE ELIMINAR CALLES DEL CALLEJERO DE BILBAO



 
Asociación 16 de Abril
Apdo. de Correos 62.044
28080 Madrid

            La Asociación 16 de Abril, que agrupa a los carlistas legitimistas de los pueblos de Las Españas, ante la reciente propuesta del Grupo Municipal del Partido Popular de Bilbao respecto al callejero de esta ciudad, quiere manifestar lo siguiente: 

            1) Si bien esta propuesta del Partido Popular de Bilbao de borrar los nombres de Tomás de Zumalacárregui, Dolores Ibárruri y Sabino de Arana ha sido retirada a las pocas horas de ser presentada a la Alcaldía en base al criterio de “porque hay otras prioridades”, no podemos dejar de mostrar nuestra preocupación ante lo que es una nueva manifestación del franquismo mal llevado que persiste entre muchos dirigentes del Partido Popular. 

            2) La misma redacción de la proposición presentada, desde el inicio hasta el final, solamente puede ser entendida como un insulto a la memoria histórica del pueblo vasco. El legitimista Zumalacárregui, la comunista Ibárruri y el independentista Arana, cada uno en su particular ámbito ideológico, son figuras fundamentales de tres movimientos sociales, el carlismo, el obrerismo y el nacionalismo, sin los cuales no se entiende la Historia del País Vasco. 

            3) No podemos dejar de recordar que entre el Partido Carlista de Euskalherria (EKA), el Partido Comunista de España (PCE) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) existe un importante denominador común que al mismo tiempo diferencia a estas tres organizaciones políticas respecto al Partido Popular. Durante la época franquista carlistas, comunistas y nacionalistas participaron y convergieron en la lucha por las libertades democráticas, compartiendo espacio en diversas plataformas unitarias. Mientras tanto Manuel Fraga, ministro de Gobernación cuya responsabilidad en los crímenes de Montejurra 76 nos resultad imposible de olvidar, y otros muchos fundadores del Partido Popular ocupaban cargos directivos en el régimen de la dictadura. ¿Detrás de esta propuesta se esconderá, por tanto, alguna clase de complejo histórico? 

            4) Las declaraciones demagógicas del neoliberal Luis Eguiluz, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Bilbao, contraponiendo y reivindicando la figura del general liberal Espartero frente a Zumalacárregui, en relación al sitio de la ciudad, tampoco deben pasar desapercibidas. Las elites caciquiles siempre tienen claro de dónde vienen, cual es su “memoria histórica” como casta, y la cúpula directiva del Partido Popular de Bilbao no es una excepción en ese sentido. Resulta muy clarificador que Eguiluz se recuerde de quien fue uno de los verdugos de las libertades forales de Euskal Herria y de Cataluña, mientras que en cambio se atreve a comparar a un incuestionable líder popular como Zumalacárregui con la Legión Cóndor. 

            5) Como dato histórico de interés, también queremos señalar que tanto Dolores Ibárruri como Sabino de Arana eran hijos de legitimistas leales a Carlos VII. Ambos conocieron los ambientes del carlismo vizcaíno, deprimido tras la derrota bélica de 1876 y la imposición definitiva de un nuevo orden socio-político, terriblemente centralizador y privatizador, donde no había espacio ni para los fueros ni para los comunales. Aunque su  trayectoria biográfica pronto los alejaría de esos círculos, siempre mantuvieron, cada uno a su manera, una identificación primaria y emocional con su tierra, sus gentes y su historia. Y es que más allá de la historiografía liberal, siempre es bueno estudiar aquello que Miguel de Unamuno definía como “el carlismo popular, con su fondo socialista y federal, y hasta anárquico”.   

Madrid, a 12 de Enero de 2017